Bamboo Race 3D

El videojuego educativo, desarrollado por el Instituto de Vivienda, Urbanismo y Construcción (IVUC) y el Laboratorio de Software y Tecnologías Interactivas (LABSTI) de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad de San Marín de Porres (USMP) en Lima.
Recibió el apoyo del proyecto “Innovación y promoción del bambú a través de procesos de investigación-acción para una agricultura resiliente en Colombia, Ecuador y Perú”, financiado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola – FIDA y ejecutado por la Organización Internacional del Bambú y el Ratán - INBAR.
Videojuego, ese se ha diseñado para un público meta de niños y niñas de 5 a 10 años, que todavía no tienen un concepto predeterminado sobre el bambú.
El juego consiste en manejar una bicicleta de bambú sobre pistas tipo “cross”. Si el jugador logra terminar la carrera en el tiempo impartido, puede pasar al siguiente nivel. Además, a lo largo de la pista, el jugador va a poder encontrar trofeos que son juguetes de bambú, así como acumular “bambupuntos” que le permitirán adquirir nuevas bicicletas de bambú con un mayor nivel de innovación y desempeño.
La idea es que cada nivel se vuelve cada vez más difícil y muestre un uso cada vez más tecnológico e innovador del bambú. Las pistas de carrera están ambientadas en países de la región andina donde se encuentra el recurso del bambú, como Perú, Ecuador y Colombia. Cada una es un pretexto para enseñar varias especies de bambú, diferentes paisajes, actividades e infraestructuras ligadas a la transformación y empleo del bambú.
De esa manera, los jugadores no solo agudizan sus destrezas de motricidad, sino que van viajando en un mundo que les cuenta las bondades de bambú e de su importancia para nuestros países andinos.
A través el desarrollo de este video juego, se ha creado el personaje de Kengko. un robot de bambú que nació en el Perú para informar y educar de forma lúdica a los pequeños y a los grandes sobre las bondades de esta planta y sobre la gran diversidad de usos que se le puede dar. Su nombre significa bambú en idioma awajun. Su presencia busca vincular el bambú con la innovación y la tecnología; y también identificar a esta especie forestal no maderable con nuestro bagaje multicultural, nuestros pueblos originarios, nuestro territorio y nuestras tradiciones.